¡Qué bien! Domingo. Al campo de vuelo y a disfrutar de nuestro flamante aeromodelo. Vamos a dejar a todo el mundo sorprendido con esa maniobra que llevamos practicando mentalmente toda la semana. Menuda barrena nos vamos a macar
¡Alto! Antes de encender el motor, hagamos un par de comprobaciones, que sólo nos llevarán unos minutos y nos van a ahorrar quebraderos de cabeza. Como damos por supuesto que las comprobaciones mecánicas y de fuselaje están hechas, vamos con algunas que no siempre recordamos.
Comprobamos frecuencias
Lo primero que haremos siempre es asegurarnos de que nuestra frecuencia no está ya en uso por parte de otro aficionado. De ser así, lo que hemos de hacer es informarlo y, si es posible, dejar nuestras cosas cerca de la otra persona.
Y es que como encendamos nuestro equipo en la misma frecuencia que la de otro RC lo que vamos a conseguir es, casi con total seguridad, hacerlo caer. Lo bueno es que, por norma general, en cada aeroclub existe algún método para comprobar y registrarla frecuencia de cada uno. Usémoslo, por la seguridad de todos.
El alcance de la señal
Otro punto que podemos llegar a dejar de lado y que nos puede traer algún disgusto: comprobemos, también con el motor apagado, el alcance del equipo. Es tan sencillo como caminar unos veinticinco o treinta pasos para alejarnos del avión y, con la antena replegada, verificar que no chateen los servos ni suceda fallo alguno. No nos cansaremos de repetirlo: con el motor apagado.
Si vemos que nos falta alcance, puede ocurrir que la antena del avión se haya dañado mientras lo transportábamos u otro problema bastante común, sobre todo si llevamos un tiempo sin practicar, por el motivo que sea: que tengamos las baterías dañadas o descargadas.
Dos puntos de control nada más antes de arrancar y ponernos a disfrutar: frecuencia y mando. Nos pueden ahorrar muchos disgustos. Ahora sí ¿Cómo era esa maniobra?… Pero si en nuestra mente nos salía perfecta A lo mejor son esos cables alta tensión, que han aparecido de la nada