Volar un helicóptero RC es una experiencia emocionante, entretenida y satisfactoria. Sin embargo, para tener un vuelo que puedas disfrutar necesitas muchas horas de práctica en simuladores o en directo. Considerando que, incluso entre los aficionados al aeromodelismo, se dice que volar helicópteros es difícil, ¿por qué molestarse en aprender a volar estos aparatos?
Una experiencia exigente y emocionante
En primer lugar, la experiencia de volar un helicóptero es más exigente y compleja. Se requiere de bastante práctica para adaptarte al control y así maniobrar el aparato sin estrellarlo. Tendrás que adaptarte a cambiar la inclinación de las hélices ya sea en modo colectivo o cíclico para lograr que la nave se mueva en una dirección específica, incluso hacia arriba o hacia abajo al realizar un cambio en la aceleración del rotor.
Además, los pilotos de helicópteros tienen que tomar el viento en consideración, pues mientras que un avión es más aerodinámico, el viento puede hacer más difícil controlar el aparato correctamente si no estás entrenado. Para volar con éxito un helicóptero RC tendrás que aprender a tomar en cuenta
Gran variedad de modelos
Los helicópteros RC vienen en la actualidad en una amplia gama de modelos. Los encontrarás desde los modelos más grandes, que funcionan con un motor con gasolina, hasta los más pequeños que tienen motores eléctricos. Estos últimos resultan más económicos que los primeros y, además, gracias a sus reducidas dimensiones, se pueden volar tanto dentro como fuera de casa. Los modelos mini, de esta forma, pueden ser el primer aparato que puedes adquirir para iniciarte en el vuelo de helicópteros a control remoto.
Los aficionados novatos a los aviones RC experimentan un cierto temor al realizar un aterrizaje, pues en este momento pueden estrellar la aeronave después de realizar un vuelo exitoso. La ventaja de los helicópteros es que son mucho más fáciles de aterrizar, lo que para desgracia de los aficionados no significa que estos sean más difíciles de estrellar. Oportunidades para romper una aeronave a radio control nunca faltan, gracias al viento o a una falta de destreza en el manejo de los controles.